Familia

La casa solariega Herondale había servido en los últimos años más que nada como destino vacacional. Tanto los Herondale como los Lightwood solían reunirse ahí en cada oportunidad, después de un año caótico en la ciudad de Nueva York, en donde las cazas nocturnas y asuntos con los líderes de los clanes cobraban factura al nuevo director del instituto y su familia.

Pero estas eran semanas de tranquilidad, era final de año y el instituto tenia línea directa hacia Jace por si ocurría cualquier percance, Maia y Lily por lo general lograban mantener todo bajo control durante dos semanas.

-Eso es hacernos quedar mal hijo. –Reclamo Alec a Max que mantenía el balón de futbol americano por sobre las cabezas de su padre y su tío.

-Vamos, ¿En verdad quieres hacer esto a tu tío favorito? –Dijo Jace, y Alec levanto una ceja hacia él, su parabatai solo se encogió de hombros. –Puedo decirlo cuando Simon no está aquí, ¿Cierto?

Alec le sonrió y siguió reclamando a su hijo que en verdad se miraba divertido con el sufrimiento de estos parabatai, pero eso solo duro hasta que otro pequeño se abalanzo hacia él haciéndolo caer y rodar entre la nieve.

-¡Auch! –Exclamo Max mientras era derribado hacia el suelo.

-¡William! –Grito Jace a su hijo por el asombro, mientras ambos chicos, uno más grande que el otro, rodaban divertidos entre lo blanco del suelo.

Will solo tenía ocho años, pero era capaz de derribar a Max que tenía doce con relativa facilidad, utilizando todo su cuerpo y su vitalidad.

-¡Lo estoy distrayendo! –Grito el niño entusiasmado aun luchando con Max para mantenerlo en el suelo. -¡Ahora papá! ¡Toma la pelota!

Jace y Alec levantaron su mirada hacia el balón que no se había movido de su lugar ni un centímetro. –Creo que no está funcionando. –Murmuro Jace. -¿Cómo lo hace? –Pregunto a su parabatai.

-Es bastante habilidoso –Dijo Alec pensando en los poderes de Max, y como incluso Catarina y Magnus se sorprendían más a cada día por el alto nivel que había alcanzado en sus apenas primeros doce años.

Alec suspiro. –Entonces. –Dijo dándoles tiempo a los niños de terminar con su juego. –Pronto será tu aniversario. ¿Sabes ya que harán?

Jace le miro con ojos muy abiertos. Alec se preocupó. -Sabes que pronto será tu aniversario ¿Cierto?

Jace salió de su aturdimiento. –Sí, es solo que no hemos pensado en nada, de hecho no creo que celebremos.

-¿Por qué no? –Pregunto Alec intrigado. Jace le miro de nuevo. Y Alec entendió.

-¿Pasaremos por esto de nuevo? –Dijo Alec con cansancio. -¿Debo decir lo mismo que te digo cada año?

-No. –Dijo Jace. –Ya sé lo que dirás, ya sé que me convencerás de que este bien que yo este casado y que tu no puedas hacerlo. –Jace sonaba bastante molesto.

-No digo que este bien. –Dijo Alec. –Pero no está bien que Clary pague por que la Ley dice que no puedo casarme, no con quien amo. Eso no tiene nada que ver con ella y… -Alec suspiro con cansancio. –Acabo de darme cuenta que estamos hablando de lo mismo, creí que no lo haríamos.

-Alec –Dijo Jace mirándose miserable.

-No entiendo como no puedes ver que yo no podría sentirme bien si tú no festejaras el aniversario de tus nupcias.

Jace rio tristemente. -Ya nadie dice nupcias, Alexander.

-Bueno, yo lo hago, y creo que es por pasar tanto tiempo con Magnus.

-No lo suficiente ¿Cierto?

-No en lo absoluto, aun me falta mucho tiempo para estar con él y que llegue a sentirse suficiente.

Jace levanto su cabeza al cielo azul claro y despejado, los recuerdos se colaron en su memoria sin mucho esfuerzo.

-No quiero hacer algo que tú no quieras. –Le había dicho Clary hacia casi nueve años. –Solo quiero estar contigo, no me importa nada más.

-Tú lo entiendes ¿Cierto? –Le contesto Jace vulnerable. –No puedo. –Dijo con voz rota -No puedo casarme cuando mi parabatai no puede hacerlo. No podría lastimarlo así. No es que no lo quiera, no es que no te amé más que a mi vida, no es que…

Clary le callo con sus labios, -Todo eso lo sé. Y lo entiendo. Tampoco quiero casarme si Magnus y Alec no pueden hacerlo, no se siente bien.

Y entonces Alec le había encarado y le había preguntado porque no se había comprometido con Clary, fue entonces que Alec le convenció de su error.

-No tienes que sacrificarte por mí. No es justo para Clary y no es justo que ambos renunciemos a eso. Por favor, cásate… Por mí.

Poco después Jace junto a Clary vistieron de dorado y Alec acompaño a su parabatai en todo momento.

Habían pasado tantos años de eso, pero como había dicho Alec, no se sentían suficientes.

Jace y Alec habían iniciado una conversación sobre los últimos acontecimientos de Nueva York, ellos sabían que la lucha de sus hijos en el suelo tardaría un par de minutos más, era mejor usar el tiempo en algo un poco más productivo.

Will y Max estaban siendo entrenados como Cazadores de Sombras, y a pesar de que Max tenía un par de años más que Will entrenando. Will era un Herondale, y desde el primer día había demostrado ser un sobresaliente cazador de demonios.

Magnus y Catarina observaban la escena caótica desde la lejanía en una de las colinas, a estas alturas, no les extrañaba mucho el modo de comportarse de esos cuatro cuando estaban juntos.

-Esto es encantador. –Dijo Catarina a su amigo. –Gracias por invitarme.

-Te he invitado por años, -Magnus miraba en la lejanía hacia Alec charlando con su parabatai. –Siento que soy yo quien debe agradecerte por venir. No es un sentimiento grato.

Catarina se paró un poco más derecha. –Como sea gracias.

Ambos brujos rieron. Catarina siguió la mirada un poco perdida de Magnus, tuvo la inquietante intención de rodar los ojos al cielo, Magnus en verdad era cursi. Ella se contuvo de aquello ya que ver a Magnus tan enamorado era en parte encantador. –Eres afortunado. –Dijo la bruja.

-Lo soy. –Concordó Magnus y dio una mirada rápida a su hijo que luchaba aun con el pequeño Will. William Herondale; un nombre tan acertado, había pensado el brujo cuando había conocido el nombre del recién nacido. Recordó aquel día en el que había llegado a sus vidas, y como Tessa había estado ahí con Clary ayudándola como cualquier madre hubiera hecho. Clary tenía a su propia madre y ella había estado a su lado en todo momento, pero Tessa era más la representación de Jace, ellos se habían vuelto cercanos, Tessa actuaba con Jace como una madre haría, Jace ciertamente tenía una madre; Maryse, pero Tessa era lo más cercano a eso en sangre.

Recordó como Tessa había tomado en sus brazos al pequeño bebe Will y como ella había llorado. Will tenía el cabello negro Herondale y los ojos dorados, un poco más oscuros que los de su padre, un tono casi amarillento. Tessa acaricio al pequeño y murmuro el nombre de James. James su hijo perdido, desaparecido en el tiempo hacía muchos años atrás. Los ojos de Magnus se fijaron en Max por un poco más de tiempo, y supo que realmente era afortunado, con suerte, él nunca tendría que ver a su hijo desaparecer en el tiempo.

-¿Estas bien? –Pregunto Catarina.

Magnus se recompuso lo más rápido que pudo. –Sí. –Dijo con firmeza.

Catarina cambio de tema. -¿Has sabido acerca de la elección del nuevo Cónsul?

Magnus miro a Catarina sorprendido. -¿Desde cuándo te preocupa la política?

-No se trata de política Magnus, se trata de alianzas y de una gran oportunidad para los subterráneos de ser tomados en cuenta.

-Política, -Reafirmo Magnus. –Y, no veo como un nuevo Cónsul pueda ayudar, han sido años de nuevos Cónsul, nada cambia con La Clave.

-Lo hace. –Dijo Catarina. –Lo sabes, sé que así es.

Magnus respiro profundo. -¿Qué quieres decirme?

-Nunca habrá un Cónsul subterráneo. –Dijo Catarina. –Nunca hemos sido representados ante La Clave, no realmente. Y no me hables del consejo de subterráneos, porque sabes que difícilmente ellos son tomados en cuenta, estas en el consejo. ¿Te escucharon cuando hablaste por las hadas?

Magnus guardo silencio.

Lily, Maia, el inquisidor y otros líderes de clanes sugirieron a Alexander como candidato a sucesor. –Dijo Catarina en manera defensiva. –Jia expreso estar de acuerdo con la noción, ella en realidad no podía pensar en nadie más indicado. –Catarina sintió a Magnus tensarse por lo último mencionado. –Pronto… pronto se lo propondrán.

Magnus tenía su mirada sobre Alec nuevamente. Pensativo y alarmado.

-Magnus…

-¿Por qué me lo estás diciendo?

-¿No crees que Alexander haría una diferencia para todos nosotros?

-No solo para los subterráneos, -Dijo reflexivo. -También para los Cazadores de Sombras. ¿Quieres que te diga si él aceptara? Porque eso no puedo saberlo.

-Quiero saber si tú se lo permitirías.

Magnus se sintió aturdido por un momento. –Yo no lo detendría, nunca podría hacer algo así. –Magnus sabía que ser Cónsul era un honor, el más grande de la Clave, después de todo cuanto había pasado, nadie se lo merecía más que él, el Cazador de Sombras que daría su vida para salvar, de igual manera la vida de su hermana como lo haría por la de una chica lobo, sin pensarlo. Alec se lo había ganado tan sinceramente. –Serian tiempos diferentes si él lo lograra. –Dijo finalmente.

-¿Por qué no lo haría? Tiene a todos los líderes exigiendo por él. Ha sido la línea directa con La Clave todos estos años y no solo de Nueva York.

-Subterráneos, pero el Consejo Nephilim, ellos no dejaran que un chico gay quien tiene como familia a un par de brujos sea la más alta autoridad de La Clave. Además. –Dijo Magnus. –Tal vez piensen que por su comportamiento él les dará más beneficios a los subterráneos, pero eso no pasara, nunca elegirá a los subterráneos por encima de su propia especie, y nunca hará menos a un subterráneo por un Nephilim, para él son iguales y…

-Y ES TODO CUANTO NECESITAMOS, -Catarina miro a Magnus. –No queremos ser más que los Nephilim, tampoco menos que ellos, sino ser vistos como iguales.

Tienen al hombre indicado. Pensó Magnus.

-Aun así, -Dijo Magnus. –Catarina, no será fácil, el consejo Nephilim…

Catarina hizo una seña desdeñosa con su mano. –Deja que el inquisidor se encargue de ellos. Algo me dice que ese Lightwood es de armas tomar.

-Tanto literal como hipotéticamente –concordó Magnus.

Catarina había comenzado a sonreír al ver como la situación en la lejanía había cambiado. Max estaba dando el balón a Will mientras sacudía el cabello del pequeño con su mano, el azul brillante de su piel resaltaba entre el negro profundo. Había tanto amor en el gesto que Catarina se conmovió. –Se parece tanto a Alec. –Dijo sonriendo hacia Max. –Tendrás algo de él siempre.

Magnus observo de nuevo a Alec y como este miraba a Max con la misma ternura. –Siempre. –Dijo Magnus.

* * * * *

-¡Por el Ángel! –Dijo Isabelle al tomar a su pequeño y colocarlo sobre la encimera de la cocina, ella tomo una toalla, la mojo y comenzó a tallar el pequeño rostro de su hijo. –Gabriel Joseph Lightwood la purpurina no es para todos, cariño. –Isabelle resoplo al ver el cabello negro de su hijo completamente cubierto.

-Creo que no fue su culpa. –Dijo Simon. Isabelle siguió su mirada y supo a qué se refería al ver a las dos niñas de pie al filo de la entrada, dos pequeñas cabezas unidas, rizos dorados en una y cabello oscuro lacio en otra, ambas con sus manos cubiertas de purpurina. Sin duda alguna culpables del desastre. Simon y Clary se movieron de inmediato para tomar a sus respectivas hijas. –Cariño, tu hermano no debería brillar tanto. –Dijo Simon mientras lavaba las manos de la pequeña. Sus ojos negros traviesos no mostraban ningún arrepentimiento, ella en realidad se miraba satisfecha con su obra.

Clary había tomado también una toalla para trabajar sobre su hija -Charlotte Herondale, al menos que sea en un lienzo. –Dijo Clary. –Tanto color no es permitido. –Clary jalo la nariz de su hija, la niña se retorció en una alegre carcajada. –Ahora vallan a seguir jugando y dejen el equipaje de su tío Magnus en paz.

Los niños fueron depositados en el suelo y en un segundo habían iniciado una carrera de nuevo hacia la muy divertida zona fuera del alcance de padres. Los tres niños eran de la misma edad. Charlotte Había nacido solo una semana antes que los gemelos de Isabelle y Simon lo hicieran, hacía cuatro años.

Clary observo como su hija tomaba la mano de Cecily, siempre habían sido unidas, un pequeño dúo desastroso. El pequeño Gabriel era el más pequeño de los tres, siempre detrás de ellas y siendo víctima de sus experimentos. Nunca se quejaba y eso ayudaba a ambas niñas a estimular su, a veces destructivas creatividad.

Clary recordó el dilema que tuvo sobre el nombre de su hija. Jace y ella no lograban decidirse hasta que Alec hablo.

-¿Qué tal Charlotte? –Había dicho. –William es un nombre Herondale, Charlotte es uno Fairchild, Es una buena forma de honrar a sus antepasados, además, Charlotte fue una de las mejores cónsul que ha habido, ella hizo tanto en el instituto de Londres. Tanto por Will, por Tessa… -Alec guardo silencio y miro hacia Magnus quien le miraba divertido, le era fascinante como había adquirido interés e incluso estima por los antiguos amigos de Magnus, Alec y Magnus podían hablar de todos ellos como si Alec los hubiera conocido alguna vez. Alec levanto sus manos en rendición al percatarse de que quizás había hablado demasiado. –Hm… Pero eso es todo lo que diré al respecto.

Magnus rio –Está bien Alec. –Dijo para calmar a su novio. –Creo que es una historia que todos ustedes merecen saber. –Magnus les conto lo que había pasado en aquel entonces, y a partir de ahí, los nombres de todos sus amigos habían revivido en sus hijos. Magnus no podía sentirse más satisfecho con ello. No podía pensar en una mejor forma de honrarlos.

Con los hijos de Isabelle y Simon había sido un poco más sencillo. El segundo nombre de Isabelle era Sophie, la valiente Sophie, mientras que el de Alec era Gideon, ellos habían formado una dinastía valiosa juntos. Era el turno de sus ancestros más directos; Cecily y Gabriel, su amor había crecido a través del tiempo y de las palabras de Magnus, sin pensarlo eran nombres que también debían permanecer juntos.

Clary sonrió ante el recuerdo mientras miraba por la ventana hacia Magnus y Catarina y más allá de ellos hacia su esposo, y su hijo.

-Mis padres no tardaran en estar aquí. –Dijo Isabelle –¿Creen que debamos preparar algo de comer?

-¡No! –Dijeron en coro Clary y Simon.

Ellos se dieron cuenta de su error al ver la expresión de Isabelle. –Es decir, -Inicio Clary. –No es necesario, lo tengo todo listo, Magnus ayudo con eso. –Clary sonrió a Isabelle esperando que aceptara ese hecho.

-Excelente. –Dijo Isabelle sinceramente satisfecha. Clary y Simon respiraron con alivio.

-Espero que no tengamos más visitas hoy. –Dijo Clary.

-¿Siguen viniendo extraños en busca de un parabatai? –Pregunto Simon divertido.

-Es tan extraño. –Dijo Clary. –Vienen estas familias de diferentes partes, con sus hijos, preguntando si Will podría ser el parabatai de ellos.

-Will es un Herondale, una de las dinastías más importantes de Cazadores de Sombras. –Dijo Isabelle sonando orgullosa de eso. –No debería sorprenderte tanto.

-Se siente como en una era victoriana intentando arreglar un compromiso por interés. –Dijo Clary secamente.

Isabelle y Simon se miraron y soltaron a reír al mismo tiempo.

-No se burlen, -Pidió Clary. –Es horrible, Jace es amable y sabe cómo tratar con ellos pero… oh dios.

La pareja Lightwood rio con más fuerza.

-Pero aún más importante. –Dijo Simon tomando aire. -¿Qué dice de eso el pequeño Will?

Clary rio resplandeciente, no pudo evitar regresar su mirada a la lejanía. Una mirada de orgullo y satisfacción –Dice que él ya tiene un parabatai. –Dijo mientras miraba a Max acariciando el cabello de su hijo, y su hijo mirando a su mejor amigo con ojos dorados brillantes. –Ella suspiro. –Y no podría estar más de acuerdo con eso.

* * * * *

Jace y Alec se acercaron a sus hijos. -¿Les parece que volvamos niños? –Pregunto Jace.

-Muero de hambre. –Dijo Will e inicio su camino hacia la casa.

En el trayecto llegaron a donde Magnus y Catarina estaban. Magnus observo a Alec acercándose y levanto su mano justo al mismo tiempo que Alec la tomaba, entrelazando sus dedos con los de él.

-Te extrañe. –Dijo Magnus sonriendo e inclinándose ligeramente para alcanzar sus labios.

Alec correspondió al dulce y tierno beso y después sonrió. -¿Te has dado cuenta que te has vuelto mucho muy cursi en los últimos años?

Magnus respondió con otro beso.

-Yo si me he dado cuenta. –Dijo Max sin interés mientras pasaba a lado de sus padres.

Magnus estiro su mano para alcanzar al niño, lo atrapo del cabello sin cuidado y lo acerco a ambos. Max comenzó a quejarse pero no hizo mucho para alejarse del agarre de su padre.

-Nadie te pregunto Arándano. –Dijo Magnus dando un beso ruidoso a la cabeza azul.

Max movió las manos y Magnus lo libero, pero no sin antes dejar que Alec le besara también.

-Creí que podía dar mi opinión sin represarías. –Dijo Max quitándose el cabello de los ojos.

-Piénsalo de nuevo. –Dijo Magnus. Max le miro y Magnus le señalo el camino frente a él. –Sigue caminando. –Dijo con su brazo sobre los hombros de Alec.

Max no avanzo, no se alejó de sus padres, el chico se colocó a lado de su padre más joven y tomo su mano. –Aquí estoy bien. –Dijo sonriendo, logro ver a Will que por alguna razón desconocida había llegado a la espalda de Jace.

Alec presiono fuertemente la mano de su hijo mientras los tres caminaban juntos hacia la casa.

* * * * *

Entraron todos juntos a la casa, Catarina se movió enseguida hacia Simon e Isabelle sentados en la mesa y tomando té. –Podría tomar algo de eso. –Dijo la bruja sonriendo.

Magnus libero a Alec al ver al pequeño Gabriel asomando la cabeza por la puerta de la cocina. Magnus siguió el juego del niño, le señalo con su dedo largo y enjoyado. -¡Te vi! –Dijo y Gabriel corrió intentando escapar del brujo, sus risas inundaron la casa enseguida.

Hacía tiempo que Max había dejado de ser un niño al cual puedes tomar y acurrucar en tus brazos, por lo menos no en público, era un jovencito de doce años y si algunas noches corría a la alcoba de sus padres para obtener la seguridad entre ambos cuerpos o las exigidas lecturas nocturnas de Magnus para él antes de dormir, o las caricias en su cabello y frente de las manos de Alec al acercarse para pedir disimuladamente de ellas, era algo que no necesitaba ser de conocimiento público.

Magnus había encontrado el valor de un bebe en sus brazos, primero con su hijo, después con el pequeño Will y cuando pensó que esos buenos tiempo de disfrutar a una personita entre tus brazos habían acabado, los tres pequeños habían llegado como una bomba de amor y cariño. Magnus no perdía la oportunidad de tomar a Charlotte o Gabriel para saciar ese nuevo gusto adquirido. No era que Cecily Lightwood no era altamente apetecible para un abrazo, era que esa niña madura difícilmente necesitaba de uno. Sus ojos negros te lo decían, así como su pequeña mano levantada y su voz firme de niña de cuatro años. –Por favor, si necesitas abrazar a alguien puedes abrazar a mi hermano. –Le había dicho a su tío Jace, el cual solemnemente oculto su risa para no ofender a la niña. Era algo difícil de aceptar para todos quienes la rodeaban y le amaban pero se lo había ganado. Magnus respetaba eso.

Con el pequeño Gabriel era diferente, en verdad era pequeño a comparación con las otras dos niñas de su edad, ellas lucían de cuatro años, mientras que Gabriel de tres, era tierno y amable, su cabello negro y sus ojos azules le eran irresistibles al brujo, le recordaba tanto a Alec. Alec igual que Magnus se sentía atraído hacia él, no era que lo amara más que a los demás niños, pero su forma pequeña delgada y tímida inevitablemente le recordaba a ese niño que vio nacer y crecer hasta los nueve años. Ese niño que les había sido arrebatado bruscamente. Max. Su hermano. Ahora Gabriel era un verdadero regalo y una hermosa sorpresa más de la vida.

-Ven. –Dijo Will a Max. –Quiero mostrarte algo. –Ambos niños corrieron veloces y agiles por las escaleras hacia el ático de la casa. Jace y Clary les miraron con cierto tono de preocupación.

-Tranquilos. –Dijo Isabelle. –Por lo general Max lo persuade de no hacer las cosas más peligrosas.

-Más peligrosas. –Remarco Clary.

-No puedes pedir demasiado. –Dijo Isabelle encogiéndose de hombros. –Max también es un Bane así que…

-¡Escuche eso! –Grito Magnus desde el sillón donde él y Alec tenían a Gabriel y Charlotte apresados en un ataque de cosquillas.

Jace salvo a su hija del par justo en el momento en el que Maryse y Robert entraban a la casa en una escandalosa llegada. No venían solos, ellos siempre venían acompañados de alguna persona de La Clave, Cazadores de Sombras al servicio del inquisidor, después de todo siempre tenían que estar en guardia.

A Magnus le fue imposible pensar en que su vida probablemente sería así muy pronto.

Los abuelos Lightwood fueron recibidos por una oleada de pequeños, ellos nunca llegaban con las manos vacías, los niños tomaron sus regalos.

Will y Max bajaron a recibir a sus abuelos.

Maryse se movió hacia ambos. –Mira que grande estas. –Le dijo a Max mientras le besaba. –William, ¿Te has comportado? –Pregunto su abuela.

Will pudo haberse ofendido, sin embargo no podía culpar a Maryse por la advertencia.

-Tal vez. –Contesto el niño recibiendo un pellizco en su mejilla.

La familia se reunió para cenar, Magnus se mantenía callado esperando que Robert o Catarina informaran a Alec acerca de su propuesta. Eso no ocurrió, sin embargo, Robert informo sobre una junta al día siguiente en el Gard, en la ciudad de Alicante.

-Los miembros del consejo darán a conocer a sus candidatos. –Dijo Robert.

-¿Tienes al tuyo papá? –Pregunto Alec despreocupado.

-Así es, y mañana lo conocerás.

Magnus no entendía porque el aire de misterio, conocía muy bien a Alec como para saber que si sería solicitado para ese cargo le daría la importancia debida, lo pensaría, lo pensaría seriamente y se convertiría en su propio juez, el más severo que podría haber. Magnus tomo la mano de Alec y la presiono. Alec le pregunto con su mirada azul si algo estaba mal. Magnus le sonrió finalmente. Hablar con solo la mirada con Alec era otro de los gustos adquiridos de Magnus.

-Tienes que hacerlo sola Charlie. –Dijo Will a su hermana, los jóvenes se habían instalado a comer en la sala, todos alrededor de la mesa de centro. Charlotte intentaba hacer que su hermano la alimentara, Will le había ayudado pero se había dado cuenta de que ella podía hacerlo sola, justo como Cecily lo estaba haciendo, sus movimientos tan precisos, en ocasiones Cecily parecía casi tan grande como Will. –Mira a Cecy… Ella lo hace bien sola.

-Entonces no mires hacia acá. –Dijo Max ya que el niño estaba en verdad disfrutando darle bocados de comida a Gabriel, el cual estaba más ocupado con el juguete que su abuelo le había traído. Solo abría la boca y masticaba cuando Max acercaba la cuchara. -¿Crees que es malcriarlo?

-Sí. –Dijo Will rindiéndose y dando de comer a su hermana en la boca. –Pero no somos sus padres así que…

Cecily inesperadamente dejo sus cubiertos a un lado para tomar una servilleta y limpiar la mejilla de Charlotte. Ella dio una mirada hacia Will, tal vez exigiendo que no ensuciara el rostro de su amiga más querida. Will y Max se miraron intentando ocultar su risa, les parecía tan cómica la manera de comportarse de Cecily, una pequeña dama seria de cuatro años.

-Cecily. –Dijo Max capturando la atención de la niña. Max metió su dedo al estofado ligeramente –Tienes una mancha aquí. –Dijo y mancho la nariz de la niña.

Cecily cerró los ojos riendo. –Y aquí también, -Max mancho ahora su mejilla y luego la otra. –Cecily movía sus manos intentando detener a Max pero su propia risa le hacía muy difícil la tarea, Max era una de las pocas personas alrededor de Cecily que lograba hacerla reír con mucha facilidad.

-¿No tienen sus propios asuntos? –Dijo Will alzando una ceja hacia el comedor al darse cuenta de que toda la mesa de adultos miraban en su dirección, Jace pudo fácilmente caer de su silla si se hubiera inclinado un poco más. Todos ellos regresaron a sus platos a la vez después de haber sido descubiertos.

-¿Lo tienes? –Pregunto Izzy a su esposo cuando miro que estaba guardando su celular.

–Lo tengo. –Dijo Simon satisfecho.

Después de la cena Robert Lightwood entrego a Will una nueva adquisición. Una espada seráfica mandada hacer especialmente para él. El símbolo Herondale grabado en la empuñadura. Esta era una espada corta, Robert había dicho que le serviría para sus entrenamientos, Clary la tomo y la guardo en una estantería. –La tendrás cuando tengas edad para usarla.

Will y Robert protestaron por eso.

El abuelo no se rindió y entrego el siguiente obsequio. Max se acercó a tomar el arco que le había traído.

-Eres excelente con el arco, pero la mayoría te quedan algo grandes. –Dijo Robert. –Este es más pequeño y ligero pero tiene la misma potencia que los que usas normalmente.

Max guio su mirada a su padre el arquero, sus ojos azules chocaron, ambos compartían una pasión por la arquería, Alec pudo ver que estaba ansioso por probarlo.

Maryse intento no quedarse atrás y dio a Will su primer equipamiento de Cazador de Sombras, el entrenamiento de Will no era exactamente formal, su padre lo entrenaba en casa, al igual que a Max, sin embargo Max iría a la academia el siguiente año y Will tendría que esperar a tener la edad suficiente para ir. Eso no impedía que el niño tuviera raspones diarios por no tener la vestimenta apropiada.

Un rastro de purpurina cubrió el ambiente cuando Maryse tomo el regalo para Max de su bolsa. Una chaqueta de mezclilla con líneas y el símbolo mundano de amor y paz en la espalda, trazada con perlas y brillo.

-La mire en un aparador por Greenpoint la última vez que fui a visitarlos. –Explico Maryse. –Pensé en ti en cuanto la mire.

-¡Es asombrosa! –Exclamo Max colocándosela.

-Bueno, -Dijo Clary sonriendo. –Ahora no tendrás que agregar purpurina para dejar tu muy conocido rastro Max. Esa chaqueta hará el trabajo.

-Como si no fuera suficientemente fácil encontrarlo ahora. –Dijo Will.

-Supongo que está bien, siempre y cuando no puedan atraparme. –Dijo Max y todos estuvieron de acuerdo.

-Creo que hay algo encantador en dejar un rastro de brillo a cualquier lugar que vallas. –Dijo Maryse dulcemente acariciando el cabello de Max.

Magnus busco los ojos de Alec. Por favor, ¿Desde cuándo piensa eso?

Alec respondió con una mirada también. Vamos, es su nieto.

Magnus termino la conversación mental con su amado, poniendo los ojos en blanco.



Evidentemente este no es un final de historia, pero se alargó mucho y tampoco quiero aburrirlos, (por lo menos no demasiado). Publicare la continuación próximamente. Y como adelanto les puedo decir que Max hará una demostración de poder y que él y Will conocerán a un personaje intrigante. Sé que no hay mucho Malec pero no los decepcionare en la siguiente parte ;D

En cuanto a los nombres de los pequeños, me gustaron los que elegí, pero que opinan? Como les pondrían? algunos fueron sencillos otros no tanto y estoy dándole el apellido Lightwood a la familia de Izzy y Simon, A estas alturas ya conozco el apellido de Simon de Cazador de Sombras, pero no quiero dar tremendo spoiler. Lo Cambiare después.

Recuerden que sus comentarios son siempre importantes, mi motivación más que nada, gracias a todos por seguir conmigo y con mis fics. Los quiero, BESOS!!






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Comentarios

  1. Esta genial, y sus nombres son geniales, me gusto mucho este cap espero que lo continúes pronto, pero toma tu tiempo

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  2. Ahhhh POR EL ÁNGEL!!!!!
    PERO QUE HERMOSO!!! ME ENCANTÓ (como siempre) quiero más por favor... lo adoro...te adoro!!

    Ahhh estoy super emocionada de que escribas más... sabes yo en verdad quiero leer muchos nas de ti....

    Besos❤

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  3. Me encantó ☺ y dises Que no eres profesional. Tus historias son las mejores me encantan anciosa por lo siguiente. Un saludo 😆

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  4. Me encantó, sigo tus relatos desde hace un año y debo decir que es imposible cansarse. Tienes muchos talento, sabes cuando algo se pone un poco aburrido y lo mejores, hay solidez en tus relatos.

    Lo que mas me gustó fueron los nombres de los chicos y chicas, estan geniales porque me recuerdan mucho a "Los Origenes" x3 sos la mejor en los relatos de Malec y Cazadores de Sombras. No dejes de escribir D= que quiero saber quien es ese personaje intrigante.

    May may.!!!=D

    Hdjysjwgdjwshdh*convulciones*

    P.D: Ya quisiera saber que pasó con Jem Carstairs <3

    P.D.D: Ojalá algún día hagas un relato de Robert Lightwood y Michael Wayland TwT hay pocos, muy pocos.

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  5. Me encanto. La familia de todos y los gemelos de Izzy me los puedo imaginar. Aunque pensar en Alec como Inquisidor es raro. Actualiza pronto. Gracias y muy lindo.

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  6. Lo ame, alec seria el mejor consul de todos..... Hermoso todos los pequeños y perfectos sus nombres, no puedo esperar para el siguiente

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  7. Me ha encantado. Es muy sencillo y a la vez muy dulce.
    Sobre los nombres de los niños, me han parecido buena elección hacer un tributo a sus antepasados (aunque el nombre de Charlote me parece tremendo para una niña pequeña, mejor un diminutivo, pobre)
    Y es verdad que hay poco malec, pero has construido también los nuevos personajes que no lo he echado en falta. Y fíjate que llevo meses enganchada a tu blog porque adoro esa pareja!!!!
    Tus historias son maravillosas. Sigue escribiendo, por favor, cualquier tipo de historia malec.
    Merce (España)

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    1. Hola!! Gracias por leerme y si no me equivoco Will le llama Charlie a su hermanita, me pareció un buen apodo jeje Espero compensar el Malec con la próxima parte.

      Saludos hasta españa :D

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  8. Es hermoso tu forma de escribir, estoy fascinada!!
    Ansio seguir leyendo mas de esta historia.
    Me lo re contra imagino a Alec como Consul, seria perfecto.

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  9. Es fantastica, sigue escribiendo. Tienes el talento para atrapar cuando se lee, espero poder leer más de esta historia

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  10. Me estas dando mucha paz mental May, gracias. La saga te deja con la sensación de que deberia de tener una culminación así como la relatas, todo lo que escribiste es perfecto y muy hermoso. Realmente tu talento es muy bello.

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  11. 😃 Me pareció la Mejor forma de Honrar A Will,Cacy,Gabriel,Charlotte,Gideon ,Sophie . Casi me haces llorar fue una de las mejores formas de recordarnos Los origenes , Escribes Muy Bien hasta pareciera profesional e leido desde Todas las historias que Has creado y ¡Lloro! ¡Grito! , Me alegra Encontrar Alguien que escriba así de Bien sobre mi pareja favorita con tan buena redacción y Ninguna falta de ortografía, Tal ves vi Algunas pero Dos Por lo mínimo vi . Escribes genial Y tienes una imaginación Sensacional E información Para hacer tanto . Juro por el Ángel su agradezco a ver encontrado tus Historias .

    -Val.

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  12. podria decirte muchas cosas pero voy a resumirlo "me encanto" te felicito y espero puedas continuarlo pronto solo quiero resaltarte un poco u disculpen el spolier pero falto en ese grupo el segundo hijo de alec y magnus rafael para que lo tomes en cuenta bueno bay

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  13. Toda la historia me ha parecido fenomenal, espero que actualices pronto.

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