Te Encontrare Cap 9
Alec abrió los ojos, el paisaje
ya le era muy familiar y por un momento solo se quedo ahí observando las hojas
del árbol sobre él, que se movían con el viento.
-Hola Alec. –Dijo Max que estaba
sentado cerca de él.
-Hola Max. –Dijo Alec
incorporándose.
-Eso estuvo cerca ¿He?
Alec lo dudo por un momento pero
su memoria despertó con la imagen del demonio, su persecución y el miedo que
esos momentos llevaban. –¿Te refieres a mi reciente encuentro con un señor de
las tinieblas? En realidad lo tenía todo controlado.
Max rio –Eso no fue lo que me
pareció.
-Todo es en perspectiva amiguito.
-Hablas como Jace.
-No tenía idea de que conocías a
Jace, aunque tiene lógica, si estas en mi mente, debes conocer a todos aquellos
a quienes conozco.
-Pienso que no solo estoy en tu
mente.
Alec no podía estar más de
acuerdo con ello. De alguna manera este pequeño niño desconocido y misterioso
aun para él se había metido en su corazón de una manera inexplicable.
-Yo pienso igual. –Alec no podía
dejar de mirar al pequeño y ver similitudes entre ellos, Max usaba anteojos, así
que no era una proyección de él mismo, pero su cabello, su tono de piel y sus
ojos eran muy parecidos.
-Deja de mirarme así Alec. Lo que
tienes que hacer es intentar recordar y… Entrenar. Lo que hiciste con esa daga
fue horrible.
-¿Disculpa? Mate al demonio y no morí
en el intento. –Alec parpadeo al niño. -¿No estoy muerto verdad?
Max rio. –No, pero casi.
-Bueno tal vez no me vi de lo más
elegante pero al final de cuentas lo que importa es quien quedo en pie y no
esparcido por toda la habitación.
-Sangraste tanto que casi fuiste
esparcido por…
-Sí, si lo recuerdo.
-Y tampoco quedaste en pie.
-Eres un increíble observador.
Max nuevamente rio y se puso de
pie. –Tengo que irme, es hora de que despiertes.
-Supongo. –Dijo Alec con pesar ya
que le gustaría poder quedarse con Max.
-Y por cierto, -Dijo el pequeño
sonriendo. –Bienvenido a casa.
*
* * * *
Cuando
Alec abrió los ojos y después de parpadear en un par de ocasiones para que su
visión se aclarara, logro ver un techo abovedado color caoba con terminaciones
dignas de un castillo, poco a poco su cuerpo despertaba y el dolor con él. No
había una parte de su cuerpo que no doliera, sangrara o pareciera que
simplemente no estaba ahí. Pese a sus lamentos logro percatarse de una mano que
lo sujetaba, él no estaba solo en la habitación. Alec se incorporo lentamente,
y sentada en la orilla de la cama, mirándolo con lujo de detalle una mujer,
familiar y extraña al mismo tiempo, ella se parecía a Isabelle pero con
diferente tono de ojos.
-Hola,
-Le dijo ella amablemente y su voz hizo que Alec se sintiera melancólico.
-¿Hola?
–Contesto con duda el chico.
-Se
supone que debo angustiarme por Jace e Isabelle. –Dijo la mujer que para su
sorpresa estaba dejando rodar una lágrima por su rostro. –Y se supone que debes
ayudarme con eso.
Alec
bajo la mirada a su mano la cual sujetaba la mujer y se percato de las marcas
que estaban en su cuerpo.
-Una
runa. –Dijo Alec siguiendo con su dedo la iratze
en su muñeca.
-¿La
recuerdas? Es una Iratze.
-No
la recuerdo. –Dijo el chico. –Pero las conozco, Jace y los demás las usan.
-Al
igual que tu.
Alec
paso saliva. –¿En dónde estamos?
-Estas
en casa cariño. –Dijo Maryse con dulzura.
Bienvenido a casa.
Recordó a Max.
-¿Y
eso en donde es? ¡Seguimos en Nueva York! ¿Cierto? –Pregunto con alarma Alec.
Maryse
miro con ojos entrecerrados a su hijo. -El Instituto de Nueva York. –Dijo. –Así
que no recuerdas nada.
-Un
demonio. –Dijo. –Sangre, golpes, dolor, mucho dolor de hecho.
-Me
refiero a tu vida, a quien eres.
-Hm…
No. Bueno, nada de Cazadores de Sombras, nada de Magia o Subterráneos.
-¿Pero
tú sabes que eres Alexander Lightwood? –Pregunto técnica.
Alec
miro a las runas trazadas en sus brazos. –Ahora lo sé.
-¿Y
antes? ¿Qué sabias antes?
-Hm…
Pues… ¿Todo?
-¿A
qué te refieres con eso Alexander? –Maryse se miraba frustrada. –Y se conciso
por favor.
Alec
aparto la mano de la de su madre, por alguna razón ella se había molestado. –Pues…
a todo lo que una persona debe conocer de su vida. Todo.
-¿Qué
vida? ¿De qué estás hablando?
Ahora
Alec estaba molesto. -¿Quién es usted?
Fue
como si la hubiera golpeado, ella de repente se miro miserable -Soy Maryse
Lightwood, soy tu madre.
En
otro momento Alec hubiera dicho: Claro
que no. Yo tengo una madre, que por cierto es muy amable. A usted no la conozco.
Ahora, solo guardo silencio.
En
ese momento Isabelle entro a la habitación con vendas y un recipiente con agua.
-Despertaste.
–Dijo la chica sonriendo y luego su atención fue a la molesta imagen de su
madre. –Veo que se conocieron.
Maryse
fulmino a su hija. –Sí. Supongo que debo agradecer a mi otro par de hijos que
me hayan permitido ver a mi primogénito y que no hayan decidido seguir
ocultándomelo.
Isabelle
coloco las vendas junto a la cama de Alec. –Te dije porque lo hicimos. –Dijo
sin mirar a su madre.
-Sigo
sin considerarla una razón.
Al
parecer Isabelle decidió cambiar de tema. -¿Ya viste esto? –Dijo levantando el
brazo de Alec para mostrar lo más que obvio. –Te pusimos una Iratze, eso significa que sigues siendo
un Cazador de Sombras.
Alec
respondió a la deslumbrante sonrisa de su hermana con una pobremente parecida.
–Sí. –Dijo. –Me he dado cuenta.
-Ya
no debe de caberte duda. –Dijo ella ocupándose de sus heridas.
Alec
miro a ambas mujeres, Isabelle había tomado el lugar de Maryse en la orilla de
la cama mientras que su madre se había puesto de pie al filo de ella. La
diferencia en sus expresiones era muy peculiar, se parecían increíblemente,
pero mientras que Isabelle brillaba de felicidad Maryse Lightwood le miraba
como mirando a un desconocido.
Alec
respiro profundo. –Lamento causar problemas.
El
rostro de Maryse cambio enseguida, Alec había mirado tantas veces esa mirada en
su propia madre, Alec se detuvo y se reprendió a si mismo enseguida, ahora
debía llamarla simplemente Señora Carter.
Sintió que se hundía en un hoyo profundo y oscuro, su madre no era en realidad
su madre, y ni hablar de su padre, desde un principio nunca lo fue y Gwen. Gwen
no era su prima.
-Ningún
problema –Dijo Maryse con ternura. –Te estás recuperando muy bien, iré a buscar
a tu padre. –Dijo mientras salía de la habitación.
-¿Tenemos
un padre? –Pregunto Alec a la chica. Ella solo asintió.
Isabelle
dejo las vendas, miro el rostro del chico y coloco sus manos en sus hombros.
–Todo irá bien. –Le dijo.
Alec
estaba tan cansado y adolorido que no quiso imaginar el porqué de ese
comentario. Isabelle ladeo la cabeza aun mirando a su hermano.
-¿Qué?
–Pregunto el chico.
-En
verdad te ves terrible.
-Me
siento terrible. –Dijo. –No puedo parpadear sin que me duela el rostro.
Isabelle
acomodo las almohadas de Alec. –Duerme un poco más. –Le dijo. –Cuando
despiertes te sentirás mejor.
Alec
se recostó, en su cabeza solo giraba la idea de que debía llamar a casa para
explicar su ausencia pero dudaba en que a Isabelle le importara eso, ahora ni
siquiera sabía si a él debiera importarle, el problema era que si lo hacía y
mucho.
Alec
cerró sus ojos sintiendo como las runas de sanación le adormecían el cuerpo, se
obligo a sí mismo a no pensar en nada hasta que tuviera una leve idea de cómo enfrentaría
lo que venía, como enfrentaría a su familia que no lo era más, y aun peor, como
enfrentaría a su familia real.
*
* * * *
Alec
abrió los ojos con urgencia al sentir la forma en que era sacudido por Jace.
-Dios,
Jace, ¿Qué pasa?
-Pensé
que si te despertaba como normalmente lo hago eso te haría sentir en casa.
Alec
apenas se estaba recuperando del sobresalto. -¿Siempre me despiertas así? ¿Por
qué?
Jace
bufo -¿Qué? ¿Pretendes que traiga aquí el piano y te despierte con Bag?
-Eso
sería demasiado amable de tu parte.
-¿Insinúas
que no soy amable?
Alec
miro los ojos dorados de Jace que brillaban más que nunca, incluso su manera de
moverse era diferente, sin temor a equivocarse podría decir que Jace estaba
feliz. –No quiero presumir que te conozco. Ya que eso técnicamente no es
verdad, sin embargo, algo en mi ultrajada memoria junto con mis aun irreconocibles
sentimientos me dice que para nada es una insinuación.
Jace
miro con ojos de duda hacia Alec. –El sentimiento es el correcto. –dijo. –Pero
definitivamente no hablas tanto.
-Permíteme
entonces intentarlo de nuevo: Jace eres cualquier cosa menos amable.
-Así
está mejor. –Dijo Jace con una increíble sonrisa. Alec se movió lentamente para
sentarse en la orilla de la cama.
-Tómalo
con calma. –Dijo Jace. –Claramente necesitas recuperarte aun más.
-¿Tan
mal se ve?
Jace
suspiro. -¿Has leído sobre el Doctor Frankenstein alguna vez?
-Demonios.
–Dijo Alec llevándose una de sus manos al rostro. –Puedo soportar las
cicatrices, dan personalidad o por lo menos eso he escuchado, pero, el dolor de
cabeza, es insoportable.
Jace
se movió de inmediato hacia Alec tomando con mucha práctica su estela. Alec lo
miro y por órdenes de Jace inclino su cabeza para dejarlo dibujar sobre el
costado de su cuello. Dolió por solo un segundo, segundo que valió toda la
pena, el dolor se estaba apagando casi inmediatamente.
-¿Mejor?
–Pregunto Jace guardando su estela.
-Es
increíble. –Dijo Alec. –Simplemente increíble.
Jace
nuevamente sonrió. –Y por las cicatrices no te preocupes, no fueron causadas
directamente por el demonio, sanaran y desaparecerán.
-Es
bueno escuchar eso.
-Bueno
es tener las Iratzes para borrar los
desastres de una loca noche de caza.
Alec
había encontrado sus zapatos tenis al lado de la cama y comenzó a ponérselos.
–A Magnus siempre le ha gustado más su magia. –Comenzó Alec a hablar
distraídamente. –Dice que las runas son solo para Cazadores, mientras que la
magia puede curar a cualquiera.
-Tú,
¿recuerdas eso? ¿Cómo?
Alec
quito su atención de la atadura de sus zapatos para mirar a Jace fijamente y desconcertado.
–No tengo idea.
Jace
sonrió mientras se tumbaba sin cuidado sobre la cama al lado de Alec. –Supongo
que todos los caminos llevan a Magnus.
-¿No
es a Roma? “Todos los caminos llevan a Roma”
-No
en tu caso hermano.
Alec
volvió a sus zapatos con las mejillas enrojecidas.
-Nunca
dejó de buscarte. –Dijo Jace mirando hacia el techo. –Mientras yo me ocupaba de
intentar mitigar mis sentimientos destrozando demonios, el brujo resulto ser
mucho más útil.
-¿Te
sientes culpable por eso?
-Me
siento terriblemente agradecido con él, un sentimiento nada grato para mí y que
agradecería que no compartieras con nadie.
-Tu
secreto está a salvo conmigo.
-De
eso estoy muy seguro. –Jace se levanto ágilmente. –Bien. –Dijo. –Ahora quiero
mostrarte algo.
Ambos
chicos caminaron por los pasillos del instituto, ahora Alec sabia en donde
estaba su habitación, la de Jace, sus padres, Isabelle, la cocina y la ruta de
escape más cercana.
-¿Por
qué querría salir de aquí corriendo? –Pregunto el chico. –Creí que los demonios
no entraban aquí.
-Los
demonios no. –Dijo Jace con burla. –Pero nuestros padres merodean por estos
pasillos todo el tiempo.
Alec
pensó que aun siendo Cazadores de Sombras, en parte seguían siendo
adolescentes.
-¿A
dónde vamos ahora? –Pregunto Alec siguiendo a Jace.
-A
tu lugar favorito en el instituto. –Jace dijo mientras abría la puerta para que
Alec entrara al salón de armas y entrenamiento en donde Clary, Isabelle y Simon
ya se encontraban.
Isabelle
floto hacia su hermano. –No le mientas a Alec Jace. –Reprendió a su hermano.
–Este es tu lugar favorito, no el de
Alec.
-Sala
de entrenamiento, biblioteca ¿Cuál es la diferencia? –Dijo casual Jace. –Los parabatai comparten incluso sus gustos.
Alec
hizo un gesto de desagrado. –Ese comentario me provoco una sensación de
angustia inexplicable.
Los
jóvenes lo miraron atentos con preocupación.
Alec
levanto una ceja -Era una broma. –Anuncio. Y los demás se relajaron.
-Supongo
que es algo a lo que no estamos acostumbrados. –Dijo Clary.
-Biblioteca,
sin bromas. Era una especie de ratón de librería ¿Cierto?
Jace
pasó su brazo por los hombros de Alec. –Eres el Cazador de Sombras más joven y
sabio que conozco.
-Y
el más guapo. –Todos giraron hacia la entrada donde Magnus se acercaba con cierta
tranquilidad contenida.
Todos
se movieron para darle acceso hacia Alec, tal y como debiera ser, Alec miraba
fijamente hacia sus ojos de gato mientras que Magnus se acerco lo suficiente
para tocar con extremo cuidado su rostro, ninguno de los dos dijo nada por un
buen rato.
-Sigues
haciendo eso. –Dijo Alec finalmente.
-¿De
qué hablas? –Pregunto Magnus.
-Esa
mirada de angustia. –Dijo. –La detesto. Son solo unos rasguños, no es…
-Para
tanto –Completó la frase Magnus.
-¿Ahora
vas a completar mis oraciones?
-Ya
lo habías dicho antes. –Se justifico Magnus.
-Ya
me estoy curando. –Dijo Alec y levanto sus brazos para mostrar sus runas. –Así
que no debes preocuparte.
-Eso
nunca va a pasar Alexander. –Dijo Magnus con una sutil sonrisa. –Ahora déjame
sanarte.
Algo
que Simon recordaba de Magnus y Alec era su increíble capacidad de crear su
propio mundo contenido al charlar y cada vez que lo necesitaban, en donde solo
existían ellos dos. Ahora esto era igual.
Isabelle
miro la escena conmovida mientras las manos de Magnus resplandecían con un azul
brillante. -¿No es aquí donde se besan? –Dijo la chica inclinándose
discretamente hacia Clary.
-La
escena originas es así. –Dijo la pelirroja, -Sin embargo creo que para eso
tendremos que esperar un poco más.
Isabelle
miro hacia su hermano y como él dejaba que Magnus lo siguiera sanando sin
mirarse de ninguna manera incomodo por tener las manos del brujo sobre sus
mejillas. –No creo que esperemos mucho.
Las
manos de Magnus dejaron de brillar y las aparto del rostro de Alec.
-Gracias.
–Dijo el chico.
Sus
amigos se habían apartado un poco e iniciado un día de entrenamiento común.
-Un
hermoso rostro no debe verse mal. –Dijo Magnus.
Alec
rio y Magnus le dedico una mirada suspicaz. -¿No vas a pedirme que deje de
coquetear contigo?
-¿Tiene
algún caso?
-No
realmente.
Alec
dirigió su mirada hacia los demás que habían hecho parejas de combate. -¿Qué
hacen?
-Cosas
de Cazadores de Sombras, reafirmando su poder innecesariamente.
-Se
llama entrenamiento. –Le dijo Jace desde la mitad de la sala. Él había comenzado
a caminar hacia Alec. –Y tú entrenaras con nosotros.
-¿Yo?
No. Es decir. No creo que sea buena idea. Podría tropezar y cortarme el cuello
yo mismo.
-No
deberíamos darte una daga entonces. –Dijo Simon. El chico se movió hacia una de
las paredes en donde detrás de una vitrina había un arco junto a todo un arsenal.
Simon lo tomo y lo ofreció a Alec.
El
arco era muy hermoso. Hecho de un material como el metal pero brillante como el
cristal, las runas dibujadas en su armazón le provocaban a Alexander
familiaridad. Cerró su puño imaginando que lo tomaba con su mano. Pero no lo
hizo.
Simon
le sonrió. –Este es tu favorito, me han dicho que ha estado con los Lightwood
desde hace más de cien años.
-Una
antigüedad. –Dijo Alec sin quitar los ojos del arco. –No debería tocarlo
entonces.
-No
tienes ningún problema con eso. –Dijo Jace con malicia. –Con tocar las
antigüedades quiero decir ¿No Magnus?
Todos
rieron a excepción de Alec que no entendió el chiste.
-Puedo
dejarte mudo por un año ¿Sabes eso? –Amenazo el brujo a Jace. –O por más tiempo
si encontramos la situación gratificantemente cómoda. Tómalo en cuenta en el
futuro.
Jace
levanto sus manos en señal de rendición.
Magnus
se acerco a Alec, coloco su mano enjoyada en su espalda para inclinarse hacia
él. –A nadie dañaras si lo tomas. –Le dijo con su voz melodiosa y segura sobre
su oído. –Inténtalo.
Ese
fue todo el impulso que Alec necesitaba. Estiro su mano para tomarlo de la de
Simon, lo hizo correctamente sin que nadie le instruyera como hacerlo. Alec con
el arco ahora en su mano acaricio su superficie con la yema de sus dedos. –Es
muy hermoso.
-Pero
no es joyería. –Dijo Jace. –Vamos, ahí están los blancos. –Jace hizo una señal
hacia la pared más lejana del cuarto en donde unas dianas se encontraban
dibujadas.
Simon
hizo bailar una flecha entre sus dedos de manera muy diestra para después
dársela a Alec. Este la tomo.
-Lo
hare primero. –Dijo el chico. –Solo observa.
Simon
coloco la flecha en su lugar y la libero para que esta se incrustara en el
centro de uno de los blancos. Los espectadores no parecieron sorprendidos, Alec
supuso que era algo normal en su mundo. Mientras que en las olimpiadas, que
alguien diera en el centro de una diana era un acontecimiento aislado.
Alec
despertó de su asombro cuando Simon se dirigió nuevamente a él. –Tu turno.
–Dijo.
Alec
sintió un leve toque en su espalda como un pequeño empujón. Se coloco en posición
frente a los blancos. Coloco la flecha como Simon lo hizo en la cuerda del
arco, esto fue sencillo, de alguna manera sus manos parecían saber lo que
hacían. No lo pensó por mucho tiempo y dejo libre la flecha para que callera
desastrosamente a tan solo un par de metros de distancia.
Hubo
un silencio prolongado antes de que Simon hablara. –Bueno esa es la manera
correcta de hacerlo. –Dijo el chico condescendiente.
-Mire
la flecha volar con mucha fuerza en un principio. –Dijo Clary amablemente.
-No
estuvo mal. –Dijo Isabelle.
-Pudo
haber sido peor. –Concordó Jace.
Alec
miraba hacia los chicos que intentaban hacer parecer su horrible demostración
no tan horrible. Cuando era evidente que había sido un desastre.
Magnus
no estaba preocupado por si Alec era o no capaz de lanzar una flecha, le había
pedido que lo intentara para fines de despertar sus memorias. Sin embargo, al
momento de ver su rostro se dio cuenta del cambio en sus ojos. Su mirada de
acero apareció y su postura testaruda y segura lo invadió.
-Lo
intentare de nuevo. –Dijo sin siquiera pedir permiso u opinión.
Para
cuando Alec se coloco nuevamente en posición y levanto su mano hacia su espalda,
un carcaj con varias flechas en él apareció inesperadamente dejando un rastro
de magia azul. Alec tomo la primera flecha con una seguridad y técnica que
parecieron haber surgido de la nada. La tenso fuertemente en la cuerda y al
soltarla esta se enterró en el centro de la primera diana, inmediatamente tomo
la siguiente flecha y con los mismos exactos movimientos se incrusto en el
siguiente blanco. Alec tomo una flecha más y otra más, todas ellas llegando
consecutivamente al centro de las dianas hasta la quinta y última que llego al
centro en donde seguía la flecha que Simon había lanzado. La flecha de Alec
termino con su punta pegada a la otra, ambas flechas formaban una V sobre la
diana.
Alec
pareció respirar de nuevo y su rostro de asombro surgió segundos después de
darse cuenta de lo que acababa de hacer.
-¡Por
el Ángel! -Escucho entre los presentes
los cuales lo alentaron e incluso aplaudieron.
Alec
giro hacia Magnus con una brillante sonrisa. -¿Viste eso?
Magnus
sonrió de igual manera. –No esperaba menos de ti. –Dijo con su mano en el
hombro de Alec.
-No
entiendo cómo es posible. –Dijo el chico mirando el arco aun en sus manos.
-Al
parecer tu cuerpo recuerda lo que tu mente no. Esto es algo que hacías
diariamente con los ojos cerrados. ¿Por qué no poder hacerlo ahora? –Jace se
miraba más que complacido por la demostración de su parabatai.
-Increíble.
–Dijo Simon. –La memoria borrada y sigo sin poder ganarte.
-Un
poco más de práctica y pronto serás el de antes. –Dijo Isabelle entusiasmada.
El de antes.
Esta frase hizo que Alec pensara en los Carter, en la familia que en cierta
forma se sentía como perdida y que amaba incondicionalmente. Un sentimiento
ahora no muy grato. Ahora sabia quien era y donde debía estar. El problema era
que no quería estar donde debiera precisamente.
Alec
regreso el arco a Simon con un gesto completamente diferente. El entusiasmo que
había en él segundos antes se había esfumado. Simon tomo el arco y se dirigió a
colocarlo en su lugar. Los chicos se percataron de inmediato en su cambio de ánimo.
-¿Tienes
hambre? –Pregunto Isabelle intentando disminuir el pesado ambiente.
Alec
solo se encogió de hombros. –Lo último que recuerdo haber comido o tomado en
este caso, fue un te Chai.
-Eso
fue ayer, poco después de medio día. –Dijo Magnus.
-Por
el Ángel, eso es mucho tiempo. –Exclamo Clary.
-¿Quieres
que te prepare algo de comer? –Pregunto Isabelle y todos la miraron fijamente.
-Claro.
–Dijo Alec, aunque después pareció pensarlo mejor, como si algo en su interior
le advirtiera sobre una especie de peligro -O tal vez no… Hm… -Tallo su rostro.
–Supongo que debo decir Si. –Miro a Magnus. -¿O no? –Alec termino por golpear
su frente.
Magnus
sonrió y coloco nuevamente una mano afectivamente sobre su hombro. –Te
preparare algo. –Dijo. –Nada de enfrentamientos con la muerte por lo menos hoy.
–Esto último lo dijo mirando a Isabelle.
Tanto
Isabelle como Jace se fueron detrás de Magnus. Isabelle protestando por el último
comentario de Magnus, Simon intentando ahogar su risa, por el bien de su
relación. Clary miraba algo divertida hacia el chico preocupado.
-Sé
cómo te sientes. –Le dijo. –No tengo mucho como Cazadora de Sombras en
realidad.
-¿No
creciste aquí como Jace e Isabelle?
-Oh
no. Yo crecí en Brooklyn, mi madre me crio como una mundana, conocí a Isabelle,
Jace y a ti por casualidad. Si es que las casualidades existen.
-Ahora
no lo creo.
Clary
sonrió. –Jace me trajo aquí después de que un rapiñador casi me asesina.
-¿Es
una broma?
-A
ti no te ataco un rapiñador, lo tuyo fue un demonio Serni, son algo así como acuáticos.
-Sí,
gran diferencia.
-Clary
sonrió aun más. –Así que todo esto era como un mundo fantástico para mí, salido
de los comics. Me costó tiempo acostumbrarme, aun ahora, me falta mucho por
aprender.
-Me
uniré a tu club.
-Para
ti será mucho más sencillo, eres un verdadero Cazador de Sombras, de nacimiento
y crianza, todo lo de ser un guerrero esta en ti.
-Pero
no soy como Isabelle o Jace, o incluso como tu ¿Cierto?
-Hm…
-Es
algo que está en mi cabeza, un recuerdo supongo o noción de ello.
-Entonces
debes recordar también lo que has hecho por nosotros, cuando Jace desapareció,
cuando Abadom me ataco tu saliste a mi rescate. Defender podría ser tu
prioridad pero es para defendernos a nosotros, eso te hace un verdadero héroe.
-Hemos
pasado por mucho, ¿Cierto?
-No
tienes una idea, desde que nos conocimos, bueno ha sido una altas y bajas. En
todo aspecto, hemos recibido mucha ayuda, por supuesto, lobos, vampiros, Magnus,
oh dios Magnus ha sido de infinita ayuda.
Alec
sintió un hueco en el estomago. –Siento más como que nos hemos metido en
problemas arrastrando a Magnus con nosotros.
Clary
lo miro con curiosidad. –Por desgracia no puedo decir no a eso. Pero te aseguro
que si le preguntas a él te dirá que todo ha valido la pena.
-¿Eso
piensas?
Clary
sonrió. –Estoy segura.
-Lo
siento. –Dijo Alec con sus mejillas rojas. –Por alguna razón todas mis
conversaciones terminan en Magnus últimamente. En ocasiones no logro entenderlo.
Clary
se miro comprensiva. –Una vez mi madre me dijo que los Cazadores de Sombras
tendemos a amar de una manera muy abrumadora. Nos enamoramos una vez, para
morir de dolor por el amor.
-Que
intenso.
-Lo
es. Su antiguo tutor solía decir que nuestros corazones eran como los de los
ángeles. Sentían cada dolor humano, y nunca sanaban.
-¿Lo
que significa que amo a Magnus tan abrumadoramente que a pesar de que un
demonio borro mis recuerdos, lo que siento por él continua? –Miro hacia la
chica. –Eso es algo aterrador.
-No
es tan malo cuando el amor es como el suyo.
-¿Y
eso cómo es?
-Tendrás
que preguntárselo a él.
Alec
bajo su mirada pensando en que difícilmente haría algo así. –Entonces, ¿Tú y yo
somos amigos?
-Lo
somos. –Dijo Clary. Ella estaba muy consciente de que había una historia
detrás, en un principio Alec y ella no se toleraban, pero ahora las cosas eran
diferentes y si alguien le preguntaba si eran amigos o si lo quería la
respuesta seria Si.
Alec
miro sus manos con sus vendajes y las runas en ellas. -¿Puedo pedirte un favor?
*
* * * *
Alec
entro en la cocina del instituto, Jace comía una hamburguesa vorazmente
mientras que Magnus e Isabelle peleaban por su lugar frente a la hornilla de la
estufa.
-Suficiente
Magnus. Te digo que le gustan a medio término.
-Medio
término no es carne congelada por dentro y quemada por fuera, Isabelle te
aseguro que se que le gusta a mi prometido.
-No
presumas de eso. Es mi hermano, lo conozco de siempre. No puedes ganarle a eso.
-El
que le conozcas no significa que quiera comer algo que tú prepares. –Dijo Jace
pasando el último bocado de su hamburguesa.
-Y
a diferencia de ti. –Dijo Magnus. –Sé lo que hago.
Cuando
Isabelle y Magnus se dieron cuenta de Alec, dejaron sus peleas muy seguramente
para un futuro muy próximo.
-No
te quedes ahí. –Dijo Isabelle entusiasmada. –Ven siéntate.
Magnus
no podía quitar su mirada del chico parado a medio comedor y darse cuenta de
que esencialmente aun le faltaba mucho para mirarse como su querido Alexander. Además
de sus recientes heridas su cuerpo dejaba ver menos musculatura, sus ojos eran
tenues y los miraba a todos ellos como unos extraños. Aun ahora que se había
probado a si mismo al usar una daga seráfica que era Alec Lightwood. Era como
aceptar una verdad obligada incluso sin desear quererla.
-Gracias.
–Dijo tímido Alec y se sentó junto a Jace.
Isabelle
y Magnus colocaron una razonable cantidad de hamburguesas sobre un bol en el
centro de la mesa. Al estirar su mano para tomar una de ellas, Simon carraspeo,
Alec le dirigió la atención que evidentemente pedía y Simon le hizo un gesto
para que cambiara su elección de hamburguesa. Alec movió su mano a la
hamburguesa de un lado y ahora al parecer no hubo objeción.
Alec
dio un primer mordisco a su hamburguesa, era increíble lo mucho que le gustaba
y sonrió. –Otra hamburguesa. –Dijo. –A mi madre le daría un ataque si…
Alec
no fue capaz de terminar su frase. Se había dado cuenta nuevamente de que
seguía hablando de su madre refiriéndose a la persona equivocada. La
hamburguesa en sus manos volvió al plato frente a él. Sus ojos estaban perdidos
en una especie de limbo, su rostro claramente destrozado por la noticia.
¿Cuántas veces tendría que destrozarse su alma al pensar en su familia? y el
corazón de Magnus se rompió.
-Todo
estará bien. –Le dijo el brujo mientras que colocaba sus manos sobre los
hombros del chico. –Cuando recuperes tus recuerdos te darás cuenta de que…
Magnus
no termino su oración, en ese instante una figura atravesó la habitación para
llegar a Alec el cual fue prácticamente arrancado de las manos de Magnus.
Robert coloco a su hijo frente a él para mirarlo con detenida atención. Alec solo
permaneció de pie frente al hombre alto que lo había tomado de ambos brazos.
-Raziel.
–Dijo Robert. –Alexander, eres tú.
Alec
solo se quedo mirando fijamente al hombre desconocido mientras este lo acerco a
su pecho en un abrazo inesperado.
Fueron
solo unos segundos, largos e incómodos. Alec no podía explicar lo que sentía,
era como si algo en ese abrazo estuviera mal.
Robert
alejo a Alec para verle nuevamente al rostro. -¿Es verdad? ¿No logras recordar?
¿Sabes quién soy?
Alec
no podía apartar su vista de la del hombre. Era tan impactante el parecido con
él. Decidió contestar cuando se dio cuenta de que el sujeto esperaba realmente
una respuesta.
-Hm…
No, es decir, puedo imaginar quien es usted, pero, no recuerdo haberlo visto
antes.
-Por
el Ángel. –Exclamo Robert haciendo más fuerte el agarre en los brazos de Alec.
Magnus
tuvo suficiente. –Estas asustándolo. –Dijo y tomo a Alec para alejarlo de su
padre. –Nada ayuda el ponerlo en ese estado.
-¿Quién
te crees que eres brujo? –Dijo Robert furioso. –No vas a decirme como
interactuar con mi hijo.
Magnus
respiro muy profundamente. –Esa no es mi intención. Solo espero que entiendas
que Alexander no te conoce. Debes darle tiempo.
Los
ojos de Robert fulminaron a Magnus de una manera que provoco que Alec quisiera
interponerse entre ellos.
-No
eres nadie. –Dijo Robert escupiendo despiadadamente las palabras. –Como para
que intentes hablar por él.
Jace
presiono sus puños a sus costados. No era justo, en lo absoluto era justo que
Robert hablara así a Magnus. Magnus quien fue el que no descansó ni un momento
para encontrar a Alec. Magnus que había sido hasta ahora el más útil para
recuperarlo. Jace decidió que pese a lo amargo que podría ser responder a su
padre adoptivo. Tenía que defender a Magnus. Era lo que Alec seguramente querría
que hiciera.
-¿No
es? –Todas las miradas se dirigieron hacia Alec que inicio su pregunta con voz
débil, con duda e inesperadamente. –Es decir, ¿No es Magnus mi prometido?
Al
darse cuenta del rostro del hombre y del silencio que lleno la habitación tras
su sincera e irrefutable pregunta. Miro a Magnus. -¿O acaso era un secreto?
–Pregunto con cierta alarma.
Magnus
sonrió conmovido. –Por supuesto que no. –Dijo y busco el rostro de Robert.
–Todo el mundo sabe que soy tu prometido. –Dijo en un desafiante tono.
Robert
al parecer se dio cuenta de su error y se resigno a aceptar la situación. –Estoy
molesto. –Confeso Robert en modo de justificación. –Tus hermanos y amigos te
mantuvieron oculto de nosotros; tus padres.
-Les
explicamos cual fue la razón. –Dijo Isabelle. –Y no hemos cambiado de idea,
hicimos lo correcto.
-Ustedes
no deciden eso Isabelle.
-¿Quién
lo hace? ¿La Clave? –Soltó Jace. -¿La misma que no hizo nada para encontrarme? ¿La
que desterró a Helen por no hacer nada en absoluto?
-La
Clave no soluciona todo padre. –Dijo Isabelle. –La Clave no se preocupo por
Alec ni un poco. ¿Por qué dejaríamos que se ocupara ahora de él?
Robert
e Isabelle iniciaron una discusión llena de nombres y términos por completo
desconocidos para Alec que se había perdido en la conversación hacia ya
bastante tiempo.
El
chico llevo su mano a su frente y después hacia sus ojos para tallarlos con
exasperación. Quiero irme. Quiero salir de aquí. Gwen, Gwen, Gwen.
Su mente llamaba por su prima, su mejor amiga.
Magnus
se sintió impotente al verlo.
-Creo
que Jace debería de ayudarte con eso. –Dijo
mirando a las heridas de Alec. Hizo una señal al chico para que se
acercara. Jace tomo su estela sin pensarlo y de inmediato trazo Iratzes sobre sus manos y otra en su
cuello. Robert se había cansado de discutir con Isabelle y había salido de la
cocina dejando a una Isabelle molesta y perturbada hablando con Simon. Alec los
miro pero quiso simplemente no enterarse de lo dicho en esa pelea.
-¿Por
qué Jace? –Pregunto el chico a Magnus mientras que Jace seguía dibujando las
runas.
-Las
runas creadas por tu parabatai son más fuertes, te ayudan a recuperarte mucho más
rápido.
Alec
tomo la información sin mucho interés, él en realidad solo intentaba
desesperadamente de ocupar su mente.
-Debemos
cambiar esos vendajes.-Dijo Isabelle haciendo una seña para que la siguieran.
Jace
caminaba detrás de Isabelle y Simon por el pasillo que los llevaría a la
habitación de Alec. Magnus y Alec caminaban juntos detrás de ellos.
-¿Qué
pasa entre tú y el Señor Lightwood? –Pregunto Alec sin mirar al brujo.
Magnus
respiro profundo. –No le agrado. –Se limito a decir.
-¿Y
yo? –Pregunto. -¿Yo le agrado?
-Él
te ama.
-No
pregunte eso.
Magnus
se detuvo haciendo que Alec lo hiciera también. –No es la mejor idea juzgar a
tu padre ahora.
-¿Pero
él si puede hacerlo conmigo?
-Ahora
piensas así porque no lo miras como tu padre pero…
-Exacto.
No lo veo como mi padre. Tampoco a Maryse como mi madre y a Isabelle como mi
hermana. No los conozco.
-Debes
ser paciente. Con el tiempo, con la familiaridad de los días, tus recuerdos
pueden volver de a poco. Ahora estas en casa y…
-¿Lo
estoy? –Alec busco los ojos de Magnus. –Porque esto no se siente en lo absoluto
como mi casa.
-Te
lo dije, con el tiempo…
-No
puedes estar esperando que me quede.
Un
aire gélido subió por la columna dorsal de Magnus. -¿A qué te refieres con eso?
Alec
miro hacia los demás chicos que se habían apartado un poco, al parecer para
darles espacio de conversar. –No puedo quedarme. –Dijo Alec. –Creí que sí,
pero… No puedo. No quiero.
-Alexander.
-Mientras
no tengo mis recuerdos no puedo quedarme, Magnus tienes que entenderme. No los
conozco y… -Alec se detuvo, le dolía hacerle esto a Magnus pero ahora sabía que
no podía dejar la única vida que conocía atrás. –Quiero ir con mi familia.
-Esta
es tu familia. –Dijo Magnus derrotado.
-No
lo es. No para mí.
Magnus
había pensado erróneamente que la pesadilla había terminado, que de ahora en
adelante las cosas solo podían mejorar. No podía haber estado más equivocado.
-Tal
vez si tan solo les dieras, nos dieras una oportunidad.
-Magnus.
Magnus
dio un paso al frente, ahora estaba muy cerca de él. Tan cerca como para que su
piel se erizara por la cercanía y la calidez anhelada de Alec.
-Por
favor. –Dijo el brujo y la voluntad de Alec se disipo. –Te lo pido, no te vayas.
Era
fácil. Increíblemente sencillo pensar en Magnus como algo más. En este preciso
momento le hubiera gustado mucho tener el valor de enredar sus dedos en el
cabello en punta de Magnus y acercarlo para besarlo. Alec solo podía pensar en
cómo sería besar a Magnus, recordó aquel sueño y se convenció de que
probablemente sería mucho mejor que aquella ilusión.
Tomo
valor para hacer exactamente lo contrario. Alec aparto la mirada y dio un paso
atrás, lejos de Magnus. -¿Intentas convencerme con tus encantos?
-Intento
convencerte con lo que sea que sientas por mí.
-¿Por
qué piensas que siento algo por ti? –No lo dijo molesto, solo con curiosidad.
Magnus
sonrió. Una sonrisa triste y resignada. –Esperanza creo.
Alec
sintió como si su cuerpo se convulsionara ante sus impulsos contenidos. Quería
acercarse a Magnus, quería abrazarlo, quería probar sus labios quería dejar
salir todo lo que llevaba dentro pero aunque su cuerpo le gritaba por Magnus su
mente lo detenía ante el conocimiento de él, el cual era casi nulo. Estar
enamorado de Magnus por el hecho de saber que era su prometido, era absurdo, le
había tomado años de familiaridad sentir algo remotamente parecido por Johanna.
Que absurdo pensar en el amor espontaneo e incondicional que ahora sentía por
Magnus. No podía aceptarlo y no lo hizo.
-Dijiste
que harías lo que fuera por mí. Sin importar que fuera.
Magnus
aparto la mirada. –Lo dije. Y lo hare.
-¿Te
molestaste?
-Es
solo que. Nunca intentaste manipularme antes.
-Eso
es sencillo. –Dijo Alec. –Eso es porque no soy el mismo de antes.
Eso fue como un golpe en el estomago, un golpe que estaba envuelto en verdad. Alec abrió la boca para decir algo más pero Magnus no supo que era. Una voz se coló entre los pasillos.
-¿Alex?
–Era Gwen llamando por su primo. Su voz se escuchaba lejana pero
suficientemente fuerte para que Alec le escuchara y corriera hacia el origen,
atravesando por en medio de Isabelle, Simon y Jace sin mirar atrás.
Cuando
Alec llego hacia la escalera que llevaba al enorme recibidor pudo ver a Johanna
y Gwen subiendo las escaleras. Johanna no se detuvo y al ver a Alec corrió
hacia él para chocar contra el pecho del chico.
-Dios
mío. –Dijo Johanna en los brazos de Alec. -¿Qué te ocurrió?
Alec
correspondió a su abrazo y poco despues aparto a la chica amablemente. –No te
preocupes estoy bien.
La
mirada de Alec fue de inmediato hacia Gwen que también subía por las escaleras
de manera lenta y controlada. Y ahí estaba de nuevo. Mirándolo como si mirara a
un desconocido. Alec se sintió miserable por ello. Gwen lo noto y corrió hacia
su primo.
Alec
abrió sus brazos para recibirla, extrañado y feliz al mismo tiempo.
-Te
eche de menos. –Dijo Alec sincero enterrando su rostro en el cabello de Gwen.
-Yo
igual. –Dijo Gwen, ella fijo su mirada sobre las runas en los brazos de Alec,
con cuidado toco la que estaba en su muñeca. –Debes pensar que soy una
mentirosa traidora.
Alec
se altero. –Nunca pensaría algo así de ti.
Isabelle,
Magnus, Jace y Simon Se habían acercado lo suficiente para escuchar, aun asombrados
por la llegada de Gwen y Johanna.
-Deberías.
–Dijo Gwen. –Escucha. Sé que debí decírtelo, sé que no debí haber ocultado algo
así, tal vez si yo lo hubiera hecho, nada te hubiera pasado.
-Eso
tu no lo sabes, aun si me lo hubieras dicho, probablemente yo no te hubiera creído.
Tuve que usar una daga y colocarme estas runas para creerlo.
-Necesito
que sepas que te oculte la verdad porque sentí que no era justo. Quería que tú
tomaras la decisión.
-¿Decisión?
–Pregunto Alec.
-Nadie
más que tú debe decidir quién quieres ser.
-¿Cómo
podría ser esa una elección? Soy quien soy y punto.
-No
si tú no lo quieres.
Alec
miro en el rostro de Gwen esa mirada sobre protectora y testaruda. Ella no
estaba dispuesta a perder a su primo.
-Gwen
yo no soy tu primo.
-Solo
si tú no quieres serlo. Y dudo que así sea.
En
eso tenía razón. Alec no quería dejar de ser Alex Carter, no quería dejar a su
familia, quería desesperadamente que las cosas fueran como antes.
-Chicos,
perdón pero deben ponerme al día. –Dijo Johanna. –Me perdí en algún punto.
Gwen
giro su mirada hacia Clary que subía las escaleras, ella miraba a Isabelle y
Jace con cierta pena.
-Clary
me conto lo que te ocurrió. –Explico Gwen. -Y me trajo aquí. Llame a Johanna porque
no quería venir sola.
Alec
agradeció a Clary quien le sonrió en respuesta. –Le pedí que te buscara. –Dijo
Alec. –Necesitaba verte, no tienes una idea…
-Debes
irte ahora si quieres hacerlo. –Magnus dio un paso al frente, su rostro tallado
en piedra. –Ahora que Los Lightwood no están poniendo atención.
Isabelle
miro al brujo. –Magnus ¿De qué diablos hablas?
-Si
brujo, explícate. –Exigió Jace.
-¿En
verdad no se dan cuenta? Alexander no va a quedarse.
-Eso
no es verdad. –Dijo Jace.
-Al
menos que quieras detenerlo contra su voluntad. Ya lo decidió.
Ambos
Cazadores miraron a Alec.
-¿Eso
es verdad? –Pregunto Isabelle.
Alec
bajo la mirada. –Quiero ir a casa. –Dijo casi en una súplica.
Isabelle
recordó a su hermano. El hermano que había tenido antes de que Belcebú se lo
llevara y borrara sus recuerdos y se dio cuenta que el chico que estaba ahora
frente a ella era él. Alec hubiera luchado contra todo y todos para quedarse
con ella. Ahora estaba haciendo exactamente eso, solo que por la familia
equivocada.
-Magnus
tiene razón. –Dijo Jace con voz irreconocible y para sorpresa de todos. –Debes
irte ahora o nuestros padres no dejaran que lo hagas.
Magnus
chasque sus dedos y la mochila de Alec apareció en su mano. Se la extendió al
chico. –Mantén esto cerca de ti. –Dijo el brujo aun sin expresión en su rostro.
-Lo
hare. –Dijo Alec, sabía que la daga que lo había salvado seguía dentro.
Cuando
Alec tomo su mochila su mano toco la de Magnus. Ambos se estremecieron. Ambos
lo notaron. Ninguno dijo nada.
Los
tres chicos iniciaron su descenso por las escaleras apresuradamente. Pasaron
junto a Clary la cual solo se hizo a un lado.
-Lo
siento. –Dijo ella mirando a sus amigos en la parte superior de la escalera.
–Si lo hubiera sabido yo…
-Cualquiera
lo hubiera hecho. –Dijo Jace. –Si nos lo hubiera pedido a cualquiera de
nosotros.
Isabelle
camino hacia su habitación con paso feroz mientras era seguida por Simon. Jace se
recargo sobre el barandal de la escalera con una daga que lanzaba al aire para
después sostenerla nuevamente despreocupadamente. En un juego claramente
peligroso.
Magnus
se sentó al filo del primer escalón, moviéndose lentamente como mal herido o
como si cada movimiento le doliera o le costara trabajo, metió su cabeza entre
sus manos con desesperación mientras escuchaba el elevador del instituto bajar.
Continuara…
MayGraciela♥
GRACIAS POR EL CAPÍTULO!!!!!!!!!!!! En serio llevo esperándolo con ansias! <3 <3
ResponderBorrarAdoro demasiado esta historia!
Por el Ángel... Cada vez de pone mejor!!!
Alec ya sabe que sí es Alexander Lightwood!
E igual es comprensible que quiera quedarse con los Carter, porque es la única familia que recuerda bien, que tiene presente en sus recuerdos.
Pero ay sufren todos </3 Jace, Iz, Maryse, Robert, Clary, Simon y Magnus bebé :'(
Cuando hará una aparición Belcebú?
Síguela pronto! Cuando crees seguirla? Ojalá sea pronto<3
Siguela! Es increible! Necesito Malec! Necesito que en el siguiente capítulo Alec extrañe a Magnus, que quiera estar con él!
ResponderBorrarAy dios mio!!! estoy llorando a mares (otra vez)
ResponderBorrarsigue pronto porfavor porfavor porfavor e esperado con tantas tantas pero tantas ansias este capitulo y a sido perfecto
Alec no se sentia en su hogar en el instituto porque en realidad ese ya no es su hogar y tampoco creo que se sienta en su hogar con los Careter porque su verdadero verdadero hogar es en el loft de Magnus CON MAGNUS.
Y POR FAVOR POR LO QUE MAS QUIERAS PORFAVOR
POR EL ANGEL RAZIEL!!!!
SIGUE PRONTO
TE ADORO Y BESOS
PD:adoro como escribes y continua rapido y pofavor ya haz que Alec bese a Magnus se nota que los dos lo nesesitan y lo quieren:3
Bye:)
Oh si, el Instituto ya no es la casa de Alec, sino el depto en Brooklyn.
BorrarY que Alec bese a Magnus, pero en la casa de los Cárter y los descubra la supuesta "madre" de Alec y ponga la clásica cara de ¡¡¡¿¿¿WTF???!!!
eso es algo que de verdad me gustaría ver (*leer)
Hay Noooo Magnus :( quero que Alec lo extrañe y sepa cuanto ama a Magnus y que en cuenta en al verdadero Alexander cárter para que Gwen deje a Alec con su verdadera familia y lo más importante con Magnus <3
ResponderBorrarHay Noooo Magnus :( quero que Alec lo extrañe y sepa cuanto ama a Magnus y que en cuenta en al verdadero Alexander cárter para que Gwen deje a Alec con su verdadera familia y lo más importante con Magnus <3
ResponderBorrarDios no puedes dejarnos así!!!
ResponderBorrarEs tan triste, Magnus está tan destrozado...
Alec estúpido reacciona tu lugar es con el, Max díselo!!!
Magnus detente!!!
Aleeeec D: porque sigue destrozando a Magnus, es que siempre será así Belcebu y al que te....Bueno -3- mas capítulos traenos ¡PORFA! Que me quedo intrigada
ResponderBorrarTE AMO!!! TENES UNA MUY BUENA FORMA DE ESCRIBIR, DE VERDAD, SIENTO QUE ESTOY LEYENDO UN LIBRO. SEGUIRLO NO LO DEJES, PORFAVOOOOR ACTUALIZARLO RÁPIDO QUE NO AGUANTO JEJE <3
ResponderBorrarPor favor haz que Alec y Magnus se besen !!!
ResponderBorrarAhh hermoso pero por favor ya no hagas sufrir a Magnus continua pronto y esta vez espero que Alec sufra tantito para que valore a Magnus
ResponderBorrarAlec sufre!! Él esta enamorado de Magnus el problema es que no entiende por que, lo extraña lo piensa pero no quiere decirle, para él con la personalidad de Carter es absurdo. Pero créeme, sufre y sufrirá un poco mas XD
BorrarGracias por tus comentarios y tu apoyo.
aun así me rompe el corazón que Magnus sufra gracias por responder sigue así te felicito escribes muy bien oh y no tardes con la continuación realmente la espero con ansias
BorrarTe esperaré por siempre si es necesario es que tu fic es ta assdsjajshsjshajd todo es tan solido, tan descripto, escrito, con una trama genial y un drama que no se hace pesado sino que atrae la atención del lector y eso es lo que uno quiere, porque las historias podrán ser de lo mas largas pero si no atraen a nadie no tiene sentido.
ResponderBorrarRealmente tus palabras son como magicas, como Magnus jajaj
No puedo esperar más!!!
ResponderBorrarMe estoy muriendo, por favor te lo suplico actualiza ya!!!!
En tu Facebook pusiste que saldría en una semana. ... y de eso hace mas de una semana :'(
ResponderBorrarEsto es tu culpa si no escribieras tan condenadamente ben no estariamos ahora todas con el mono
Hola, buenos días desde España.
ResponderBorrarSigo este blog desde hace casi un año y estoy mas que enganchada a esta historia.
Espero que la actualices pronto porque de verdad que es de lo mejor que he leido.
Muchas gracias por dejarnoslo leer.
Espero saber de ti pronto, mucho animo!!
Cuando publicaras el siguiente capítulo? No puedo esperar más!
ResponderBorrarMe encanta como escribes. Sigue así! :)
y la conti????
ResponderBorrarPensaba que la ibas a sacar la semana pasada :(
tu super fan Nº 1!!!!!
¿cuando publicarás la siguiente parte?
ResponderBorrarArdo en deseos de leer ese beso *¬*
Aun te esperamos D: queremos leerte May y queremos saber que pasa, nos matas con el suspenso >.<
ResponderBorrarAdemás tu forma de escribir atrae y me fijo que hayas actualizado todo el tiempo ;w;
Ella no responde :''''(
BorrarTodos queremos saber que Magnus se inscribirá a la escuela de Alec para estar con él :v
Pero no le pasa nada, no?
BorrarQuiero decir, sigue colgando cosas ensu Facebook.
Quizá simplemente se ha retrasado. O le falta poco y pronto actualizará. Aunque hace mas de una semana que dijo que se retrasaría una semana. Aunque no se a partir de que día.
La verdad es que yo compruebo la pagina unas 10 veces al día sin exagerar XD
Adoro este blog y la forma tan maravillosa que tienes de escribir.
Ánimo desde España! !!!!
Yo también soy de España! :)
BorrarEstoy igual que tu, cada dos por tres miro la página jajajaja
Pues estamos apañadas porque el horario suyo es diferente al nuestro, puede actualizar a en la merienda y nosotras durmiendo.
BorrarYa me ha pasado de llegar tarde a clase por ver que había actualizado y quedarme en la cama leyendo XD
jajajajaja
BorrarYa ves, de las primeras cosas que hago por la mañana es mirar si ya ha subido el próximo capítulo xD No lo puedo resistir, adoro Malec y la historia esta genial :D
Desde luego :)
BorrarEspero que no tarde mucho mas porque cada vez estoy más ansiosa por saber que pasará. .. habrá beso? Les interrumpirán?
Tienes teorías de lo que puede pasar?
Yo espero que alec empiece a recordar algo mas íntimo y vaya al loft de magnus. Y a partir de ahí pura imaginación ;)
*giño*giño*codazo*codazo*
Nooo, que no les interrumpan por favor!
BorrarMe gustaria que fuera al loft de magnus porque se siente solo y es allí donde esta a gusto, entonces se besan, alec empieza a recordar algo y despues como tu dices imaginación al poder <3 <3
Ah! Y a la mañana siguiente la pandilla va al loft por algun motivo y entonces se los encuentran a los dos juntitos y se quedan en plan wtf??
Mi mente es muy asi jajajaja
Yo sigo imaginando que por alguna razón Mags valla a la casa de los Carter y allí se besen y los vea la "mamá" de Alec en plan wtf??? Mi hijo es GAY??? Y TÚ QUIEN COJONES ERES??
BorrarOh eso sería taaan genial *.* pero no quiero que la señora carter les pille. Lo cierto es que no me cae muy bien la familia carter.
BorrarSe que ellos no tienen la culpa pero si no fuera por esa familia y Gwen (mi enfado va casi todo para ella) a alec no le costaría tanto abrirse.
Quiero que se besen en el loft *y algo más ;) *
Y que luego aparezcan los nephilims y Alec avergonzado. ... .
Todo de vuelta a la normalidad :'(
Sii también podría pasar algo así. El caso es que alguien los tiene que descubrir xD
BorrarJo pero pobre magnus, me da miedo que alec no reaccione bien. Es decir, no será miedoso como al principio de los libros, no?
BorrarY por dios que quiero una escena hoy mas que nada en el mundo!!!!
May donde estas?
ResponderBorrarTu fic esta rebueno pero te tardaste en actualizar.
Por favor no nos dejes así.
Una seguidora tuya desde argentina! !
Yo llevo mas de 15 veces revisando ppr una actualización en lo que va del dia no tardes ya quiero saber que pasa con alec y magnus espero haya beso jaja te sigo de México
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarDios mio!! Me siento tan apenada con ustedes por no haber podido actualizar pronto, se que dije que en una semana (cofcofYDeEsoHaceYaCasiDoscofcof) pero en verdad, en verdad hago lo que puedo, todos los días intento hacerme espacio para escribir y publico en MalecFanFic de Fb porque mi hora de comida la uso para fangirlear XD
ResponderBorrarGracias a todos por sus comentarios e incluso por preocuparse por mi XD Todo esta muy bien y pienso que el fic va bien tambien, bueno por lo menos eso espero, y mejor ya no les digo cuando creo que publicare porque con mi vida mundana no se sabe :p
Gracias de nuevo a todos en España, Argentina y México :3 Que emocionante saber que tantas personas en lugares tan lejanos se toman el tiempo de leer mis fics.
De Corazón mil gracias, por su apoyo y por seguirme ;D
Respuesta desde España:
BorrarMay no te preocupes, los que te leemos y somos fans de tus fics somos conscientes de que eres una persona con sus responsabilidades y vida privada.
Por eso no te estamos exigiendo nada, bueno quizá que nos sigas escribiendo estos capitulos que nos hacen perder la cabeza.
Por eso mientras estes escribiendo nos conformaremos a pasar la agonía de la espera llenando el vacío con tus otros fics ( y los matadores adelantos de cassie y el cast de shadowhunters).
Por último decirte que me hago responsable de ser la autora de el comentario sobre que cuando estoy algo deprimida leo tus fics.... estaba pasando una mala recha con los examenes y por alguna razón ( no se si tu forma de escribir o por el argumento en sí) tus historias tienen un efecto muy relajante en mí, incluso me animan rl día.
Por ello la que debería agradecerte soy yo.
Espero sinceramente que continues escribiendo, ¿Quiza incluso de manera profesional? Porque veo talento escondido tras este blog.
No tengo nada mas que decir a parte de lo verdaderamente feliz que estoy de haber encontrado este sitio (y seguro que hablo por mas de uno).
Un fuerte abrazo May!!!!
Y mucho ánimo! !!!!
Dios!! Gracias por tus palabras, y el comentario de sentirte deprimida, bueno me conmoví al leerlo, así como lo estoy ahora por leer este.
BorrarMuchas gracias por todo el apoyo, por leer lo que con mucho cariño hago de Fan para Fan. Tus palabras y las de todos quienes se toman el tiempo no solo de leer sino también de escribir. son una increíble motivación, es decir, Malec ha sido la unica cosa que me ha impulsado a escribir algo y ademas a publicarlo, el que le guste a tantas personas es algo así como un plus XD
Me alegra que disfrutes de este blog, porque te aseguro que yo disfruto escribiendo.
Gracias de nuevo y espero seguir leyendote por aquí ;D